lunes, 9 de noviembre de 2015

Los 79 acusados por el Caso Calle Conferencia

En 2013 fueron acusados 79 represores que participaron del caso Calle Conferencia. Entre ellos se encuentran Manuel Contreras, Pedro Espinoza y Miguel Krassnoff. Éste proceso detiene a los agentes de la DINA que se dedicaron a la detención, tortura, interrogación y después asesinato y desaparición de opositores a la Dictadura.
El caso, que fue abierto en 1998 y liderado por el Juez Guzmán, fue finalmente cerrado hace dos años.
De ésta forma, se va llevando la justicia a la víctimas y sus familiares, después de muchos años de silencio, represión y miedo. Casos como éste son cerrados año a año, llevando la verdad a los ciudadanos. Se trata de un proceso muy importante dentro del retorno a la democracia.

Víctimas del Caso Calle Conferencia cuentan su experiencia

Si bien resulta impactante leer sobre los casos de Violación a los Derechos Humanos durante la dictadura, es totalmente estremecedor conocer las historias de las palabras de las víctimas. Aquí reunimos varias declaraciones hechas por los señores Juan Becerra, María Teresa Zúñiga, y María Angélica Gutiérrez, quienes fueron obligados a convertir su casa en una trampa para los miembros del ilícito Partido Comunista.

Juan Becerra cuenta: "Me preguntaron si conocía a María Teresa Zúñiga (...); les dije que sí, que era mi cuñada. Me manifestaron que estaba muerta y que era necesario que acudiese a la morgue a reconocer su cadáver. Dije que bueno y subí al vehículo. A las pocas manzanas me esposaron y me vendaron los ojos, llevándome a un sitio de interrogatorio."

María Teresa Zúñiga, la cuñada, declara: "Salí del trabajo y me subí al autobús para dirigirme a mi casa. (...) Allí un hombre le preguntó si conocía a  María Teresa Zúñiga. En seguida me mostró una credencial, que no alcancé a leer, y me dijo que era de Investigaciones, que mi cuñado, Juan Becerra, había interpuesto una denuncia en mi contra por robo de cueros. Yo negué de inmediato. Me subieron a un vehículo. Grité y negué la acusación (...). Me pegaron repetidas veces. (...) Me vendaron y esposaron. Fui conducida a un lugar que no logré identificar. Al entrar allí me dijeron que no eran de Investigaciones sino de la DINA. Me dijeron que querían saber el paradero de Mario Zamorano (...). Entonces me desnudaron completamente y me ataron a una reja eléctrica. Allí me golpearon fuertemente, luego aplicaron corriente eléctrica, para luego mojarme y aplicarme nuevamente electricidad. Me amenazaron con detener a mi hija y hacerla pasar por el mismo procedimiento. (...) Me arroparon y me llevaron a un lugar bastante lejos. Allí me golpearon mucho, en la cara y en el cuerpo, siempre pregutándome el paradero de Zamorano. Luego me sacaron afuera y me ataron a un árbol. (...) Estaba siempre con los ojos tapados. Después me hicieron entrar de nuevo en la casa y me quitaron la venda. Frente a mí estaba mi cuñado, Juan Becerra. "

Juan Becerra retoma: "Allí pude ver que también estaba detenida mi cuñada. Me interrogaron mediante golpes y aplicación de corriente en el cuerpo. Finalmente tuve que reconocer que sí lo conocía, y que hacían algunas reuniones en mi casa. También tuve que reconocer la fecha de la siguiente reunión. "
"Cuando fui interrogado por los funcionarios de la DINA, (...), además de los golpes que me dieron, me dijeron que si no hablaba matarían a mis hijos".
María Angélica Gutiérrez dice: "La misma mañana de ése día (...) fui detenida por individuos que me dijeron ser de la DINA. Me subieron a un automóvil vendándome los ojos. Fui golpeada, preguntándome si conocía a diversas personas cuyos nombres me daban. Se me presionó y golpeó mucho. Incluso se me amenazó con matar a mis hijas si no colaboraba con ellos..."

Luego, los tres fueron sacados del lugar de interrogatorio, y llevados de vuelta a su casa, donde fueron obligados a trabajar normalmente y a atender a los clientes. "Los agentes de la DINA permanecían en un corredor interior,  de día y de noche, todos armados con metralletas". Así, fueron viendo como eran tomados presos sus amigos y conocidos, que no volvieron a aparecer.

domingo, 8 de noviembre de 2015

El Caso Calle Conferencia - 1976

El día 29 de abril de 1976, agentes de la DINA tomaron detenidos a los miembros de la familia que vivía en el número 1587 de la Calle Conferencia. Después de interrogatorios y torturas, fueron obligados a volver a su casa y aparentar una vida normal, bajo estrecha vigilancia de los agentes, para ayudar en la detención de miembros del Partido Comunista que llegasen a la casa.

El señor Juan Becerra dueño de un taller de cueros y padre de la familia que vivía en Calle Conferencia, era amigo de un miembro del Comité Central de Partido Comunista: Mario Zamorano Donoso. Confiando en su silencio y lealtad, el señor Zamorano organizaba reuniones políticas en la casa de Juan Becerra, de las cuales este no participaba. Un día, so pretexto de la muerte de su cuñada, fue sacado de su casa, para luego ser detenido por miembros de la DINA y llevado, con los ojos vendados, a un lugar de interrogatorio. La cuñada en cuestión, María Teresa Zúñiga, también fue tomada presa, de acuerdo a una supuesta denuncia puesta por juan Becerra, y conducida al mismo centro de interrogatorio, donde fue torturada. El resto de la familia recibió el mismo tipo de tratos. Finalmente, bajo amenaza de muerte de los respectivos hijos, fueron conducidos nuevamente a la casa-taller.
Durante una de las sesiones de tortura, los agentes supieron que en la casa tendría lugar una nueva reunión de los miembros del PC. Así, obligaron a la familia a comportarse con normalidad y a atender a los clientes durante el día, bajo la vigilancia, desde el otro lado del pasillo, de agentes armados de la DINA.
La casa se convirtió entonces en una ratonera, donde fueron tomados presos Mario Zamorano Donoso, Jorge Muñoz Poutays, Uldarico Donaire Cortés, Jaime Donato Avedaño, Elisa Escobar Zepeda, Lenin Díaz Silva, Eliana Espinoza Fernández y Víctor Díaz López, quien fue asesinado.Para no dejar evidencias, los cuerpos fueron tirados al mar, atados a unos rieles, el lugar limpiado sistemáticamente, y la ropa de las víctimas, quemada y botada. Entre mayo de 1976 y enero de 1977 la casa se convirtió en un centro de detención, tortura y posterior desaparición de los miembros de la primera comisión política que organizó el Partido Comunista después del Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. En total, en 1977 desaparecieron 15 personas.

El caso Calle Conferencia es sólo uno de los muchos ejemplos de "casas-buzones", utilizadas durante la Dictadura para detener a opositores al Gobierno, y es uno de los muchos casos de violaciones a los Derechos Humanos que tuvieron lugar durante este período.

lunes, 19 de octubre de 2015

La Campaña del No

Debido a fuertes presiones internacionales, el Gobierno de Pinochet se vio obligado a organizar un plebiscito que decidiría si su gobierno continuaba durante 8 años más o no. De ésta forma, se dio lugar, por primera vez en quince años, a un espacio donde la oposición al gobierno pudiera expresarse.La campaña consistía en 15 minutos diarios para lo opción SÍ, y 15 minutos para la opción NO. Si bien, al principio, la oposición al gobierno no creía que fuera posible ganar dicha elección, pues no pensaban que el Gobierno fuera a entregar el poder, la campaña fue lentamente agarrando fuerza, y finalmente, el 5 de octubre de 1988, el NO ganó con un 54,7% de los votos.
En ésta película del año 2012 el director Pablo Larraín muestra cómo se armó esta campaña y cómo se vivió desde el mundo de la publicidad.



"NO" - Película completa

domingo, 18 de octubre de 2015

Cuando sacaron el cuerpo de Salvador Allende de La Moneda

Luego de dar su último discurso, Allende murió de un disparo en la cabeza. La versión oficial, aceptada por la mayoría de la población, dice que Allende se suicidó con un fusil de asalto AK-47 que le había regalado Fidel Castro. Sin embargo, existen teorías que dicen que el presidente habría sido asesinado durante la toma de La Moneda, o que habría sido rematado por algún miembro de la Fuerzas Armadas con un disparo en la frente, entre muchas otras. En 2011 se hizo una última investigación que estableció que la muerte había sido causada por el suicidio.

En ésta imagen vemos a miembros de Bomberos y de las Fuerzas Armadas sacando el cuerpo sin vida de Salvador Allende del palacio de Moneda, cubierto con un poncho boliviano. Se trata de una imagen que no debería volver a repetirse nunca más, y que muestra la división y el odio y la violencia a la que pueden llegar personas que comparten un pasado, un presente y un futuro.


lunes, 12 de octubre de 2015

Mi vida con Carlos: Prisionero político y víctima de la Caravana de la Muerte

Más allá de la opinión política de cada uno, me parece importante ver cómo personas que comparten un mismo deseo de tener el mejor país posible pueden llegar a odiarse tanto como para hacerse cosas tan horrorosas las unas a las otras.
Ésta película, realizada por Germán Berger Hertz, cuenta la historia de su familia, destrozada por la dictadura: Su padre, Carlos Berger fue acuchillado por la Caravana de la Muerte cuando él tenía menos de un año. Después de éso, se habló muy poco de su padre muerto. En "Mi vida con Carlos", 35 años después de su asesinato, Germán logra finalmente conocer a Carlos, a través de las historias que su madre y sus tíos le cuentan de él. También cuenta las condiciones de su muerte, su vida después de esta, siempre con miedo y escapando de la dictadura, y finalmente, cómo su madre logró hacer justicia, y cómo él logró hacer su vida y sentirse feliz con ella.
Ésta película es un ejemplo de lo que vivieron cientos de familias durante éste período, y me parece que es importante compartirla, para comprender mejor sus sentimientos y opiniones. Creo es que muy interesante e importante para todos, para comprender nuestro presente y nuestro pasado.

Mi vida con Carlos

miércoles, 7 de octubre de 2015

Archivos Audiovisuales del 11 de septiembre de 1973: Cómo se vivió aquél día

El 11 de septiembre de 1973, un reportaje de Canal 13 (2003)

Éste reportaje de Canal 13 nos muestra cómo vivieron el Golpe de Estado sus principales actores. Se mezclan entrevistas actuales a algunos de los involucrados, con entrevistas antiguas, grabaciones de los discursos del Presidente Allende a través de la radio, las notas de los periodistas y grabaciones de las transmisiones de radio entre las Fuerzas Armadas. Esta combinación de documentos audiovisuales nos entrega lo más aproximado que podemos tener al día del Golpe, haciéndonos estremecernos del miedo y el horror ante lo sucedido.

Golpe militar de 1973: El quiebre de la democracia en Chile

Como consecuencia del proceso de industrialización chileno, apareció una nueva clase social en Chile, que no se veía favorecida por el modelo económico, y con numerosos problemas sociales. Los gobiernos de centro no fueron capaces de resolver estos problemas, pero permitían una estabilidad política. Para no tener que recurrir al marxismo en busca de soluciones, el centro dejó de hacer de mediador entre derecha e izquierda, proponiendo un camino propio: La Revolución en libertad. De esta forma, el sistema político se volvió rígido, y se terminó la posibilidad de diálogo entre las diferentes posiciones políticas. Hacia 1970 no existía posibilidad de acuerdo y la sociedad estaba polarizada. El Gobierno de Allende recibió los conflictos acumulados a lo largo de los años, y cometió errores políticos y económicos que acrecentaron la sensación de malestar y miedo.
La derecha comenzó a pedir a gritos una intervención militar para acabar con el Gobierno. Corría el rumor de que se organizaría un plebiscito para decidir si el gobierno de Allende debía acabar antes de lo esperado. Es claro que entre las presiones de la centro-derecha y las continuas demandas de los trabajadores, la inflación y la crisis económica, el Gobierno de la Unidad Popular no podría durar mucho más tiempo. Sin embargo, en lugar de presionar para que el plebiscito tuviera lugar, y dejar así que el mismo pueblo pidiera el fin del Gobierno de forma democrática, la derecha comenzó a utilizar la fuerza, la violencia y el miedo.
Es así como tuvo lugar, primero el Tanquetazo, y luego el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Los militares quedaron en el poder, terminando con la democracia, e instaurando un gobierno violento, represivo y antidemocrático. Si bien las medidas tomadas al momento del Golpe se flexibilizaron a lo largo de los años, se trata de una dictadura que duró 17 años. Ya no se trataba del pronunciamiento militar para cambiar el Gobierno que pedían ciertos sectores de la población.
Quizás, si en lugar de haber utilizado la fuerza, se hubiese dado una oportunidad a la democracia, y es que el Gobierno de la UP no se veía en posición de manipular las elecciones debido a sus altos, y conocidos, niveles de desaprobación, se pudiese haber logrado un cambio sin tener que recurrir a la violencia, al miedo, al autoritarismo y a la imposición de doctrinas, evitando así un período traumático y oscuro de la historia de nuestro país.

lunes, 5 de octubre de 2015

El último discurso de Salvador Allende

Último discurso de Salvador Allende

El Presidente Salvador Allende se dirige por última vez al pueblo chileno el día 11 de Septiembre de 1973 a las 9:10 am a través de Radio Magallanes. Sus últimas palabras, son, en primer lugar,  doloridas por la traición, pero luego se transforman en agradecimiento a todos aquellos que creyeron en el proyecto de país que lideraba. Finalmente, y sobretodo, son una llamada al pueblo chileno a resistir y a mantener la esperanza en la libertad y por la justicia.

"Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición."

Tanques en las calles de Santiago: 11 de septiembre de 1973


Para las generaciones que no vivimos el Golpe de Estado ni la Dictadura puede ser difícil imaginar la violencia y el miedo que sintió la gente e 11 de septiembre de 1973. Sin embargo, tan solo al ver esta imagen, que muestra dos tanques llenos de soldados andando por las calles de Santiago frente a la Moneda, se ponen los pelos de punta. Sin ser una fotografía que muestre la violencia siendo ejercida, resulta muy chocante. Y si bien, para muchos el Golpe significó la llegada de un esperado orden y cambio, es difícil mirar esta imagen y sentir agrado o alivio.
Esta fotografía es un testimonio de la política del miedo y la opresión que instaló el Gobierno de Augusto Pinochet incluso antes de que éste comenzara.